
El mundo se vuelve cada vez más loco por momentos. En realidad, somos nosotros, la sociedad, cada ciudadano del mundo, cada persona, cada alma. ¿Sociedad en degeneración? Esto es poco. ¿La política?¿La religión?¿El egoismo? Joden el mundo. Los fuertes se aprovechan de los débiles. Los débiles que se creen fuertes, de los aun más debiles.
¿Libertad? De eso debatimos el otro día en clase, después de leer un texto de "Rebelión en la Granja". Qué curioso que los dirigentes fueran cerdos. Me encantó.
Pero, y ¿qué podemos decir de la libertad de expresión? Muchos callan, otros hablan de más. No les interesa que opines diferente. “Detesto lo que dices, pero defendería hasta al muerte tu derecho a decirlo” Algo que no se lleva a cabo, y una frase que me llamó muchísimo la atención. ¿Quién lo hace? La teoría se estudia, pero otra cosa es llevarlo a la práctica.
Respeto es lo imprescindible en estos casos. Como decía el texto, llevamos cientos de años conviviendo con diferentes criterios y puntos de vista. Y esto puede ser algo positivo para mejorar. Sino, no estaríamos en este mundo, aquí y ahora; no habría nada que hacer si todos pensáramos del mismo modo.
Pero, y ¿si dijéramos todos lo que realmente pensamos...? ¿La opinión? Libre, pero en muchos de los casos, dañina. Si supieran tus amigos lo que alguna vez has pensado de ellos, o... miles de cosas. Por lo que llego a la conclusión: MEJOR CALLAR Y ANDAR SOLO. El pensamiento es lo único realmente LIBRE, nadie puede mandar en él, sólo tú.
Nadie puede callar a tu alma