Hoy mi día ha sido un tanto curioso, pero lo mejor de todo me ha ocurrido esta mañana.
Estoy algo traumatizada por mis 20 recién cumplidos, pero pienso que aún no son tantos, pero es que... hoy me he sentido anciana y en baja forma.
Me mato mil horas en el gimnasio para nada parece ser. Siempre estoy con agujetas porque lo suyo cuesta... Pero bueno, en fín, voy a ir al grano.
Cuando bajaba al metro, tenía un anciano delante de mi, con las piernas muy arqueadas y con un bastón. El hombre estaba indeciso a la hora de bajar por las escaleras mecánicas y a mi me ha entrado la ternura por un momento en la vida y he pensado hasta en ayudarle porque me he planteado que quizá tuviera miedo al montarse. A muchos les pasa, entre ellos a mi abuela.
El caso es que me ha visto que yo iba detrás y se ha debido de apurar el señor. ¡Pero de qué manera! El tío (por llamarlo así, porque el hombre se lo merece) coge carrerilla y se ha bajado las escaleras ¡casi saltando! Una, otra, otra, otra...¡Todas!Tengamos en cuenta además, que esos escalones son más altos que los normales y que además, si te transportan, para qué trabajar tú. Yo no cabía en mi asombro, alucinando estaba. ¡ Menos mal que tenía miedo!
Después de todo esto, con mis ojos casi salidos de las órbitas durante un buen rato, he llegado al andén. ¡El Chaval llevaba sentado ya un buen rato! Comprenderéis que le llame así, porque... se lo ha ganado. Le daría hasta una medalla por la velocidad.
El colmo ha sido, cuando al llegar a mi parada y pasar el creditrans, me he subido a las escaleras y una anciana me ha adelantado y con las bolsas del super. En ese momento, mis músculos se han caído al suelo, y han dicho que no trabajarían nunca más. Los tengo en huelga.
Ya está bien. Antes parece ser que se vivía mejor, porque esto no es comprensible. Los cocidos de pueblo, o la vida sin contaminación ha debido hacerles un claro bien. Ahora, hasta a los jóvenes nos tienen que ayudar a dejar de fumar, a mejorar nuestra vida sexual, a adelgazar... y encima no llegaremos ni a los 70. Claramente los excesos pasan factura desde MUY PRONTO.
¿Qué habría desayunado el hombre de esta mañana?
Me imagino que habrá desayunado Celltone, ya sabes, el extracto de baba de caracol, que sirve para todo.