La actriz Mónica Bellucci confesó el otro día que sus fotos siempre están retocadas con Photoshop. Y aquí os he dejaod una foto de Serena Williams para que observeis vosotros mismos los retoques en el culo, tripa, cara, habitación y ¡hasta en el pliegue de debajo del brazo! Entonces... ¿envidiamos e idolatramos a mujeres irreales? Pues sí, para que nos vamos a engañar. A muchas les aumentan el pecho, o incluso los brazos para alcanzar esa divina perfección, para atraer al público, para hacerlas sexys. ¿Sexys? No sé si esa es la palabra adecuada.
Lo que sabemos con certeza es que muchas chicas se ponen a dieta después de una tarde de compras, o deciden dejar de comer porque quieren ser como esas chicas de la tele. Hasta niñas de seis años se obsesionan con este dichoso tema.

Lo que necesitamos todos son unas buenas dosis de autoestima que es de lo que andamos muy escasos.


La cara es el espejo del alma versus la belleza está en el interior. ¿A qué hacemos caso?
Yo lo tengo muy claro, somos mucho más que un cuerpo.

¿Libertad? De eso debatimos el otro día en clase, después de leer un texto de "Rebelión en la Granja". Qué curioso que los dirigentes fueran cerdos. Me encantó.

Pero, y ¿qué podemos decir de la libertad de expresión? Muchos callan, otros hablan de más. No les interesa que opines diferente. “Detesto lo que dices, pero defendería hasta al muerte tu derecho a decirlo” Algo que no se lleva a cabo, y una frase que me llamó muchísimo la atención. ¿Quién lo hace? La teoría se estudia, pero otra cosa es llevarlo a la práctica.