¿MIEDO E INSEGURIDAD EN LAS CALLES?
¿Por qué cada vez más inseguridad en las calles? Ya no nos da tanta confianza el ir solos o solas por la calle, y menos si hablamos de la noche. En los informativos y otros programas siempre existen noticias de desapariciones, violaciones y asesinatos. Aunque no queramos esta información nos influye y nos asusta.
Realmente es una verdadera pena que esto ocurra. Vivimos en un sitio civilizado, ¿por qué muchos actúan como animales? Es cierto que este problema cada vez es mayor y al parecer, no tienen mucho interés en solucionarlo. ¿Quizá el estar expuestos constantemente a este tipo de noticias nos hacemos más susceptibles?
Esta mañana una amiga me contaba una anécdota. Ella es colombiana y vino aquí hace muchos años. Es una mujer muy educada, amable y dulce. Una vez entró en una joyería para ojear unos pendientes. Al mirarla los dependientes no dijeron nada y siguieron atendiendo a otra mujer que estaba mirando joyas encima del mostrados. Uno de los dependientes le preguntó a mi amiga: “¿Qué desea? Ella contestó que le gustaría mirar unos pendientes. Lo curioso es que al notar su acento colombiano, los empleados de la joyería recogieron con rapidez lo que estaban enseñando a la otra señora en el mostrador y lo guardaron. Ella notó el miedo de estos, y dijo: “bueno, veo que están ocupados, vendré en otro momento”. Y se fue. Curioso el asunto, ¿no?
Quizá sí que estamos demasiado susceptibles con estos temas y a verlos venir.
Pero lo que también es interesante es la actuación de mi amiga. Se dio media vuelta y se fue, no porque le sentara realmente mal, sino que le dio lástima la dependienta de la tienda y el mal trago que estaba pasando, pensando que quizá le atracarían. A mi me hubiera sentado como una patada, sinceramente. Pero ella es diferente. Dice que los de aquí les miramos con recelo, pero que muchas veces lo comprende. Que muchos de los inmigrantes se dedican a delinquir y al narcotráfico, y que lo único que consiguen con eso es que paguen justos por pecadores.
Realmente es una verdadera pena que esto ocurra. Vivimos en un sitio civilizado, ¿por qué muchos actúan como animales? Es cierto que este problema cada vez es mayor y al parecer, no tienen mucho interés en solucionarlo. ¿Quizá el estar expuestos constantemente a este tipo de noticias nos hacemos más susceptibles?
Esta mañana una amiga me contaba una anécdota. Ella es colombiana y vino aquí hace muchos años. Es una mujer muy educada, amable y dulce. Una vez entró en una joyería para ojear unos pendientes. Al mirarla los dependientes no dijeron nada y siguieron atendiendo a otra mujer que estaba mirando joyas encima del mostrados. Uno de los dependientes le preguntó a mi amiga: “¿Qué desea? Ella contestó que le gustaría mirar unos pendientes. Lo curioso es que al notar su acento colombiano, los empleados de la joyería recogieron con rapidez lo que estaban enseñando a la otra señora en el mostrador y lo guardaron. Ella notó el miedo de estos, y dijo: “bueno, veo que están ocupados, vendré en otro momento”. Y se fue. Curioso el asunto, ¿no?
Quizá sí que estamos demasiado susceptibles con estos temas y a verlos venir.
Pero lo que también es interesante es la actuación de mi amiga. Se dio media vuelta y se fue, no porque le sentara realmente mal, sino que le dio lástima la dependienta de la tienda y el mal trago que estaba pasando, pensando que quizá le atracarían. A mi me hubiera sentado como una patada, sinceramente. Pero ella es diferente. Dice que los de aquí les miramos con recelo, pero que muchas veces lo comprende. Que muchos de los inmigrantes se dedican a delinquir y al narcotráfico, y que lo único que consiguen con eso es que paguen justos por pecadores.
Ella se resigna y sigue su camino.
Porque ella es más sabia.