¿Lo que más miedo me da en esta vida? PERDER LA CORDURA.
El otro día leí en el periódico que la mujer del presidente argentino sufría un trastorno bipolar, lo mismo que le ocurrió a Raquel Mosquera por si a alguien le interesa la prensa del corazón. Y es que no son pocos los que no están cuerdos.
Mucha gente por las drogas ya no vuelve a ser el que era, o por haber estado enfermos o por multitud de motivos.
Y por la calle podemos verlos también. Hoy he visto a un señor que siempre va gritando. La verdad que nunca me he centrado en escucharle, quizá sea realmente también uno de sus problemas; el no ser escuchados. Ha ido detrás de mi durante casi diez minutos y me he aprendido su discurso: “Decidle a mi tío Arzallus, que yo he dicho que le digais, que me devuelva todo mi dinero, que sino tendré que pedírselo a mis difuntos padres. Me da igual que se declare la Tercera Guerra Mundial o que se acabe el mundo.” Y eso lo repetía constantemente.
Hay otras dos mujeres que según lo que dicen son de Cruces y además, son carteristas. Son hermanas, una alta y delgada, otra bajita y gordita. Y llaman la atención porque van muy pintadas, casi como payasos, con polvos talco por la cara. La alta, con una cintura de avispa que no podeis ni imaginar, lleva alguna que otra vez incluso vestidos de novia. Llevan unas plataformas de unos treinta centímetros.Y , es que, con todas estas características, ¿quién no mira?
Hay una mujer que suele visitar la tienda de mis padres varias veces al mes. En pleno invierno va con minifalda y sin medias, mal peinada, no habla bien... Siempre entra y revuelve todas las medias. Cuando se fija en una, la coge, la toca, la retoca. Se va, y vuelve unas tres o cuatro veces más a mirar la media. Debe ser para autoconvencerse.
Al cabo de unos días, vuelve y se las compra. Cuando se las pone decide visitar una vez más la tienda para mirarse a los espejos con ellas puestas. Luego nunca jamás, las lleva.
Son sólo tres casos que conozco de los tantos que habrá. Muchos de los maltratadores dicen no estar en su cabales...
Perder la cordura significa dejar de controlar tu vida. Ella te maneja a ti.
El otro día leí en el periódico que la mujer del presidente argentino sufría un trastorno bipolar, lo mismo que le ocurrió a Raquel Mosquera por si a alguien le interesa la prensa del corazón. Y es que no son pocos los que no están cuerdos.
Mucha gente por las drogas ya no vuelve a ser el que era, o por haber estado enfermos o por multitud de motivos.
Y por la calle podemos verlos también. Hoy he visto a un señor que siempre va gritando. La verdad que nunca me he centrado en escucharle, quizá sea realmente también uno de sus problemas; el no ser escuchados. Ha ido detrás de mi durante casi diez minutos y me he aprendido su discurso: “Decidle a mi tío Arzallus, que yo he dicho que le digais, que me devuelva todo mi dinero, que sino tendré que pedírselo a mis difuntos padres. Me da igual que se declare la Tercera Guerra Mundial o que se acabe el mundo.” Y eso lo repetía constantemente.
Hay otras dos mujeres que según lo que dicen son de Cruces y además, son carteristas. Son hermanas, una alta y delgada, otra bajita y gordita. Y llaman la atención porque van muy pintadas, casi como payasos, con polvos talco por la cara. La alta, con una cintura de avispa que no podeis ni imaginar, lleva alguna que otra vez incluso vestidos de novia. Llevan unas plataformas de unos treinta centímetros.Y , es que, con todas estas características, ¿quién no mira?
Hay una mujer que suele visitar la tienda de mis padres varias veces al mes. En pleno invierno va con minifalda y sin medias, mal peinada, no habla bien... Siempre entra y revuelve todas las medias. Cuando se fija en una, la coge, la toca, la retoca. Se va, y vuelve unas tres o cuatro veces más a mirar la media. Debe ser para autoconvencerse.
Al cabo de unos días, vuelve y se las compra. Cuando se las pone decide visitar una vez más la tienda para mirarse a los espejos con ellas puestas. Luego nunca jamás, las lleva.
Son sólo tres casos que conozco de los tantos que habrá. Muchos de los maltratadores dicen no estar en su cabales...
Perder la cordura significa dejar de controlar tu vida. Ella te maneja a ti.
“La locura extraordinaria de vivir como cuerdo en un mundo de locos”
DULCE LOCURA